¡¡Aaayyyy!! El Amor.
Perdón, la Ilusión. Y lo tontas que nos ponemos cuando alguien nuevo llega a nuestra vida, nos desordena todo nuestro interior y nos hace mirar a través de esas gafas de color de rosa que lo distorsionan todo, hasta que la vida se encarga de darnos una buena hostia y devolvernos a la realidad.
Pero mientras tenemos esa Ilusión, ¿qué somos capaces de hacer?

- Rastrear las Redes durante horas para encontrar cualquier dato, por insignificante que sea, que lo hacen aún más interesante y especial. «Mira!! trabaja en una fábrica de escarpias. Qué útil será para colgar las fotos de nuestros hijos«; «Ohhh, le gustan las manzanas. Yo soy más de peras, así que haremos macedonia«; «¡Qué casualidad! Yo también he estado en el km 0. Igual coincidimos pero como no nos conocimos aún…«
- Tu eres de Queen y No Doubt, pero a él le encanta El Arrebato y Manu Tenorio (o al revés). En el momento de ilusión máxima, eres capaz de escuchar todos los discos de esta gente y aprenderte las canciones enteras solo por tener de qué hablar y, lo más importante, cantarle cuando te has tomado el tercer Gin Tonic.
- Que me decís de las fotos, ehhhh. Te maqueas, te pones lencería fina (que lo más seguro hayas comprado para la ocasión) y adoptas posturas imposibles mientras le das al click con el palo selfie. ¡¡FOTÓN!! A cambio recibes una foto-polla hecha en medio segundo y un mensaje que dice: «Muy guapa, pero lo que yo quiero ver es tu coño«
- Oye, que vi ayer en Facebook que hace 8 años subió una foto con un cactus en un viaje a Tenerife. Pues mira que ideón!! Le voy a regalar un Bonsai para celebrar que hace un mes que hicimos Match!!!! Que detallista soy!!! Le va a encantar.
Así somos, qué le vamos ha hacer. Y lo felices que estamos durante este tiempo de encandilamiento… eso no tiene precio.
Seguro que has hecho muchas más cosas Gilipolleces por Amor Ilusión.