Si a una pregunta, dilema, problema, decisión, duda, disyuntiva, incertidumbre, cuestión, dubitación, vacilación… se puede contestar con la pregunta «¿Por qué no?» La respuesta es SI.
Ejemplos sencillos para esta regla:
- ¿Vamos a la playa este finde?
- ¿Quieres un poco más?
- ¿Me ayudas con esto?
- ¿Jugamos un poco?
- ¿Otra cerveza?
- ¿Vienes al cine?
- ¿Me paso luego por tu casa?
Diréis… Claro… Son todo preguntas muy básicas, no hay decisiones transcendentales en ellas. Sigo:
- ¿Cambio de trabajo?
- ¿Dejo a mi pareja?
- ¿Me caso?
- ¿Compro un coche?
- ¿Me mudo al campo?
Aquí ya hay más enjundia ehhhhh. Pero sirve la misma regla. A no ser que tengamos clara una razón que nos haga contestar que NO, es que SI:
- No. Me gusta y estoy cómoda.
- No. Soy feliz.
- No. No estoy enamorada.
- No. No tengo dinero.
- No. Adoro la ciudad.
Pero si hay dudas… Si podemos responder «¿Por qué no?» es un SI como la copa de un pino.

Si quieres reflexiona. Si te ayuda a mantener tu paz interior haz listas de pros y contras. Si no vas a poder dormir tranquilo consultalo con todas las personas que creas necesario. Pero al final, la respuesta, seguirá siendo «¿Por qué no?» Y entonces te acordarás de mí, de mi regla y del tiempo que has estado perdiendo.
Hazme caso y no pierdas tiempo dudando… Si no es NO, es SI.
Y ahora dime… ¿Por qué no?