Vivir de vacaciones

Cómo se está de vacaciones… Da igual el reloj, lo mismo es comer que merendar, puedes estar en sitio nuevo o en casa pero sin obligación.

«Yo me aburría siempre de vacaciones» ¿En serio? ¿No se te ocurre nada que hacer con tu tiempo que necesitas llenarlo con 8 horas de trabajo, de obligaciones?

Pues a mí se me ocurren un montón de cosas:

• Pasear: dar largos paseos, temprano en verano y a medio día en invierno, cuando no haya gente (porque están trabajando). Que placer para desconectar, pensar…
• Visitar amigos: poder ir de ruta a esos sitios para los que nunca tenía tiempo, sin prisa, disfrutando del lugar y de la compañía.
• Tener la casa impecable: tendría tiempo para terminar de poner en orden la casa, colocar las lámparas, tener todo recogido… No hay prisa pero hay tiempo.
• Salir: todo el rato. A desayunar, a almorzar, al vermú, a comer, al café, a merendar, de cañas, a cenar… (Eso sí, tendría que controlar el colesterol).
• Cocinar: lo cual no hago ahora porque nunca tengo tiempo. De vacaciones podría dedicarle tiempo a pensar y buscar recetas, hacer la compra en el mercado… Que lujo.

Y mira que tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta, que dentro de la malo es genial, pero… Lo mejor de trabajar son las vacaciones.

Que si realmente tuviera la gran suerte de no necesitar trabajar para vivir, es probable que «trabajara» pero de otra manera. De forma voluntaria, sin cobrar, por un fin que realmente me importase pero sin que fuera obligación, por el mero hecho de sentirme útil, ayudar y compartir con otros. Pero sin horario establecido, sin tener que fichar, sin jefe y sin miedo de hacerlo mal y ser despedida.

De momento, aquí estoy, disfrutando de mis días de vacaciones como si fuera el último día, los fines de semana, los festivos, todo. Porque hasta la jubilación (que aún queda, si llega) lo de vivir de vacaciones está complicado pero, ¿Sabes? ¡Hoy estoy viviendo de vacaciones y mañana también!