Hoy es mi cumpleaños. Es mi día y como todos los años me paro a pensar, hago balance, me planteo el próximo y… ¡Me hago un regalo a mí misma!
Hoy es mi cumpleaños pero este está siendo especial. Será porque cumplo 40 (¡Ohhh! ¡Cielos!), porque estoy teniendo la suerte de poder disfrutar de una semana de celebraciones y, también, porque he elegido el mejor regalo que me puedo hacer.
Este año, por mis 40 vueltas al sol me regalo a mí… Y a tí… Y a él… Y a ellos… Y a ellas.
Me regalo todos esos momentos absurdos con las más locas que me hacen olvidar absolutamente todo, la tranquilidad y paz de esa casa mágica donde nada malo puede pasar, el cariño más sincero de la persona más auténtica que he tenido la infinita suerte de encontrar, el placer corpóreo de los sentidos que me recuerda que estoy viva y que no será para siempre…

Por eso me regalo a mí y a vosotros. Este año quiero regalarme recuerdos que no olvidaré, sensaciones que me acompañarán y me recordarán qué es lo importante, qué me hace ser quien y como soy.
Me quedo con ellas y las carcajadas más contagiosas bajo el sol rebozadas en la arena; con él y los abrazos eternos en castillos de cuento; con ellos y las conversaciones mientras riego las plantas y el alma en nuestro paraíso particular con forma de patio trasero; contigo y los placeres de caer rendidos a esos pecados capitales que nos recuerdan que estamos vivos y que es mucho mejor hacerlo disfrutándolo.
Hoy cumplo 40 años y lo celebro por todo lo alto. Disfrutando de mis amigos, de mi familia, de mi casa, de todas las posibilidades que tengo para vivir la vida, pensando que los años que vienen los voy a llenar de un montón de recuerdos y momentos todavía más geniales para mí y con vosotros.
Hoy celebro los 40 maravillosos años que he tenido la suerte de vivir, pero también celebro todas las ganas que tengo por descubrir todo lo que queda por venir. Porque no tenemos los años que ya hemos vivido, sino los que nos quedan por disfrutar.