¿La capacidad de querer es infinita? ¿Podemos querer cada vez a más personas sin dejar de querer a las que ya queríamos? Si queremos a una persona muchísimo, ¿Acapara nuestro “querimiento” y no deja que queramos a otros?
Estas preguntas me hago cuando me pongo a pensar en la gente que quiero y en si soy capaz de quererles bien. Porque claro, cuando digo querer me refiero a querer bien, no a un cariño especial por alguien, sino a quererle y demostrarlo. Porque no sirve de mucho querer si no se demuestra, si la persona querida ni se entera.
Es por esto, que creo que nuestra capacidad de querer es finita. No podemos querer cada vez a más personas y seguir queriendo a las anteriores igual de bien. Porque hace falta tiempo y dedicación. No es posible estar pendiente de muchas personas, de sus vidas, estar con ellos, acompañarles… ¿A cuantas personas podemos querer bien?
Y me da miedo. Me da miedo dejar de querer a unas personas por querer a otras. Me da miedo querer mucho a una persona y dejar de querer a otras. Está claro que no es un dejar de querer radical, es un dejar de querer bien, poco a poco dedicar menos tiempo, estar menos pendiente… Hasta que un día te das cuenta que sí, le tienes mucho cariño, pero ya no es un querer cultivado, de los que realmente te aportan, de los buenos.
Pienso en otros momentos de mi vida y hay diferencias con respecto a las personas queridas. Hay algunas fijas, como mi familia o amigos de toda la vida, pero luego… hay personas que han cambiado. Y ahora quiero a nuevas personas, pero… también hay gente que ya no está. Hay cariño, pero ya no se puede decir que les quiera o que me quieran, ahora es un cariño especial.
Por eso pienso en que hace un tiempo no te quería, ni siquiera te conocía, pero cada vez te quiero más… Y me da miedo. ¿Estaré dejando de querer a alguien? Por el querer que te tengo, ¿Estará dejando otros en sólo cariño? Pero… ¿Y si quererte más puede ser maravilloso?
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