Empiezo el 2022 sin palabras. El último día del año recibí un regalo que me ha dejado así. Con su permiso y el vuestro lo comparto:
«Dicen que lo inesperado, lo que llega sin buscarlo, casi por sorpresa, es mejor. Se disfruta más, porque hay un antes y un después más repentino, no es como otras cosas buenas que hemos tenido desde siempre en la vida, no las valoras igual porque no a habido un cambio brusco.
Es como cuando viajas a otro país o ciudad que nunca antes habías visto. Tiene mayor impacto en tí aunque desde niño hayas visto en tu ciudad y país cosas increíbles también.
Y ASÍ LLEGASTE TÚ
Sin comprar ningún billete ni planificar ningún viaje. Dicen que lo no planificado resulta mejor y, de momento, me está gustando este viaje. Lo tienes todo: monte, valle y mar, también norte y sur, pueblo y ciudad. Como unas buenas vacaciones me diviertes, me haces aprender, me alegras, me das placer, me relajas, me haces pensar, me haces ser cauto con partes de este destino nuevo que no conozco, que quiero descubrir y me intrigan.
Y eres un destino como, estoy convencido, no deben de existir muchos más en el mundo: increíble, único, especial, con mil rincones diferentes, lleno de alegría, positividad… No había viajado a un sitio así antes.
De momento no quiero volver a casa, tampoco quedarme a vivir aquí, solo seguir estando y seguir disfrutándolo igual. Me despierto cada día en este lugar, abro los ojos y vuelvo a recordar donde estoy; y doy el salto ilusionado; y quiero salir a conocer más de este sitio; y salir a disfrutar más de cada mensaje que me alegra, de cada quedada que me hace sentir esos nervios y con ganas de que algo bueno va volver a ocurrir.
No compré billete, ni de ida ni de vuelta, así que todo lo que venga es un regalo. Gracias por este viaje en primera clase.
QUEDARME EN CASA SERIA EXISTIR, PERO VIAJAR CONTIGO ES VIVIR. ¡¡¡GRACIAS!!!»
¿Mi respuesta a todo esto? No tengo más palabras que… Continuemos el Viaje.
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