Un Beso al Cielo

Todos los años de mi vida desde que tengo uso de razón me acuerdo y celebro tu cumpleaños de forma tímida, pero con todo el corazón. Cuando iba a la escuela hacia una señal junto a la fecha en el cuaderno. Después mandaba un beso al Cielo. Hoy te dedico estas líneas.

Es curioso cómo me ha marcado alguien que nunca conocí y casi no llego a existir. Me emociona este sentimiento irracional, pero es que… de algún modo he crecido contigo, siempre me has acompañado y aún hoy te siento.

Desde que entendí lo que pasó y lo que eras para mí te he imaginado a mi lado. Enseñándome desde niña, defendiéndome de mis miedos, ayudándome a crecer y dándome fuerza. Fantaseaba con que estabas ahí, con lo que me decías y con tus abrazos cuando me acostaba por las noches. Has sido (y sigues siendo) mi Amigo Imaginario, mi Ángel de la Guarda… Al fin y al cabo, eres mi Hermano Mayor.

Hoy vuelvo a pensar en ti. En cómo hubiera sido mi vida y como sería yo contigo a mi lado. Es probable que si tú hubieses vivido, yo no habría nacido, pero… La imaginación y la fantasía no entienden de probabilidades, no son lógicas, y gracias a ellas estás aquí. Hoy cumples 44 años, aunque en mi cabeza sigues siendo aquel niño que inventé hace muchísimos años y que desde entonces forma parte de mí.

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No encuentro razones por las que has sido tan importante porque en voz alta te he nombrado muy pocas veces, les hacía daño y a mí me daba miedo reconocer que pensaba en tí de esa manera. Pero ellos que sí te conocieron, sin querer, sin intención, me enseñaron quién eras y como hubieras sido: la mezcla ideal de dos, cuyo resultado es un ser extraordinario, perfecto. Y así pienso en ti.

Felicidades un año más. Hoy vuelvo a marcar de forma especial la fecha en mi cuaderno y mando un beso al Cielo para que llegue hasta ese niño eterno. Hoy te pienso junto a ella celebrándolo en la que fue nuestra casa, soplando velas, Felices en el mundo de los que ya no existen. Mientras tanto aquí os seguimos pensando, os seguimos sintiendo, seguís viviendo.

Tu vida fue fugaz pero tu existencia valiosa y trascendental.

Luis, Te Quiero.

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