Improvisando

Lo sé, la voy a cagar. No lo controlo, no estoy preparada, me falta información, no estoy segura… Así que sólo me queda una opción: improvisación.

Eso y cruzar los dedos. El éxito no está garantizado, de hecho no hay ningún indicio de que vaya a salir bien, pero no queda otra.

Confiemos en que se alineen los astros mientras el Karma me devuelve concentrado en ese momento todo el bien que he hecho al mundo a lo largo de mi existencia. Sé que es mucho pedir, mucha esperanza la que gastar y una fe ciega en el azar que no tiene ninguna lógica, pero… No hay más.

Por mucho que quiera es imposible que a estas alturas pueda ponerle una solución con una base más sólida. Ya no hay tiempo, no tengo recursos ni capacidad, así que… Al toro por los cuernos pero con pies y manos atados y los ojos vendados, ¡Improvisación!

Lo peor que puede pasar es lo mismo que si no hiciera nada, así que… Bueno, si que es cierto que dar la cara en estas circunstancias es un poquitín vergonzoso, pero prefiero eso a quedar como una cobarde y, sobre todo, reconocer la verdad: que no tengo ni pajolera idea de lo que digo y que encima estoy tan tranquila.

Photo by Andrea Piacquadio on Pexels.com

Porque, ¿Para qué ponerme nerviosa? Si ya sé que no sé nada. Por lo menos parecer segura, con confianza, que no es la primera vez que las apariencias ganan la batalla.

Improvisaré sobre la marcha. Según me lleve la conversación. Pensando que creen en lo que estoy diciendo y esperando no decir muchas incongruencias ni entrar en contradicciones de bulto.

Esto está «chupao». Seguro que salgo de está con una medalla. Aunque si consigo que no me den una patada en el culo… Será una gran victoria.

Eso sí, cualquier ayuda es buena en momentos así, por lo que, por favor, cruza tú también los dedos (aunque no sepas ni de lo que te hablo); si pasas por la capilla de la Virgen enciendeme unas velas (aunque no pise una iglesia desde la Comunión); concentrate un momento en mandarme energía positiva (¿Crees en la telepatía?)…

Pero yo confío. El poder de la improvisación es bestial, hasta en las peores circunstancias está la opción de salir del paso… Improvisando.

A %d blogueros les gusta esto: