Es poco probable, pero… ¿Y si sí? Son de esas cosas que solo pasan en los cuentos de hadas y las películas con final feliz, pero… ¿Y si sí? No es algo común, una gran rareza, pero… ¿Y si sí?
¡Que momentazo! El que transcurre entre la primera sospecha y el desenlace. Ese tiempo que pasa lento, donde la ilusión se apodera de todo para terminar en un gran tortazo de la realidad, pero… ¿Y si sí?
La imaginación nos vuelve a jugar una mala pasada porque nos hace soñar con lo más maravilloso, con eso que es prácticamente imposible que ocurra, pero… ¿Y si sí?
Pues yo me dejo llevar. Es más, fantaseo mientras sonrió, imagino mientras canto y lo veo tan claro que casi puedo tocarlo. Que maravilla, que felicidad… ¿Y si sí?

Porque a estas alturas ya sabemos que va a ser que no, que no caerá esa breva, que esa lotería no nos va a tocar, pero, aunque sea solo en nuestra mente y por poco tiempo, lo vivo, lo disfruto, lo siento porque… ¿Y si sí?
Porque la vida se compone de dos partes: la real, que compartimos con los demás y dónde hay cosas que no podemos controlar, y la interior, solo nuestra, con nuestros secretos y pensamientos más íntimos, y dónde podemos elegirlo todo. Así que… Yo me quedo con lo feliz, dulce, agradable, divertido… Y pretender que lo sea algún día y alcanzarlo en la vida real, porque… ¿Y si sí?
Ya sé lo que es que luego no salga así, que sea una decepción, un chasco, un baño helado de realidad. Por lo tanto podré soportarlo cuando se destape el pastel una vez más. ¿Para qué empezar a pasar el amargo trago antes de tiempo? Aunque imaginaria, es felicidad. Además… ¿Y si sí?
Sueña, imagina, fantasea, ilusionate… Vive solo para tí aquello que deseas poder compartir… Diseña lo que de verdad será perfecto… Y recuerda: poco probable no es imposible… ¿Y si sí?