¿Fuerza?

¡Eres fuerte! ¡Ánimo! ¡Tú puedes con todo! ¡No decaigas! ¡No te canses de luchar!

Y es que parece que es un pecado mortal ser débil, decaer, fallar, pedir ayuda, rendirse…

Pero todos tenemos derecho a no poder, a parar, a que la situación nos sobrepase, a necesitar ayuda, a llorar, a estar triste, a perder el ánimo, a estar cansados, a darse por vencido.

Muchas veces con razón y otras sin motivo aparente. Cambiemos el discurso por cosas cómo… ¿Puedo hacer algo por ti? Si me necesitas, ¡Llámame! Y si no te apetece, ¡No te veas en el compromiso!

No estoy pa’ na’.

Y si yo me siento triste, apática, que no me apetece ver ni hablar con nadie… Pues no voy a sentirme culpable, porque no se puede estar siempre de subidón, alegres, a tope de energía…

Porque la fuerza, la debemos sacar cada uno de dentro. Los ánimos, no deberían ser más que palabras. Y si no encontramos lo necesario ahí adentro, pidamos ayuda.

Y como hoy estoy de bajón, no me apetece nada y no tengo fuerzas ni para pestañear… Aquí se queda esto.

¿Fuerza? Hoy no tengo ninguna, ni para llamarte.

A %d blogueros les gusta esto: