Culo inquieto

Sí, es verdad. Se puede decir que tengo poca paciencia, que me aburro en seguida o que, simplemente, soy un Culo Inquieto. Pero mi curiosidad innata junto con mi impulsividad… Combinación perfecta para poder estar cada dos por tres de aquí para allá.

Y me lo dicen… Mi familia, mis amigos… «¿Cuándo pondrás el huevo?»; «¿Otra vez la burra al trigo?»… Pero que le voy a hacer. Empezar proyectos, en nuevos lugares, conocer personas y formas de hacer, nunca han sido problema para mí. Al revés, me motiva, me entusiasma, me ilusiona… Así que si tengo la oportunidad: ¿Por qué no? Hace mucho que deje de temer a los posibles errores para tener miedo al estancamiento, a no crecer, a no descubrir, a no encontrar…

Así que… Allí que voy. Por enésima vez a por algo nuevo. También hay que tener en cuenta que soy positiva por naturaleza así que, cuando analizo pros y contras, la lista de desventajas suele ser más bien corta por lo que «Culo Inquieto» entra de nuevo en acción.

Pero, ¿Sabes? También le podemos dar otra lectura a todo esto de ser un Culo Inquieto. Porque además de lo anterior, hay un detalle clave para que se produzca el cambio: este no es mi sitio.

Puedes seguir llamándome «Culo Inquieto» pero esto no es solo sinónimo de caprichosa, también de inconformista. No me conformo si no es mi sitio, si puedo dar y recibir más, si sé que hay algo mejor, si no lo veo claro, si puedo soñar con algo más grande…

No, no me conformaré hasta que encuentre lo que busco, mi sitio, dónde pueda ser Yo. En algunas parcelas de mi vida ya he encontrado un rincón, pero todavía faltan espacios por completar mi lugar, cuando los descubra, allí me quedaré. ¿Será en mi próximo destino?